Somos Luz

sábado, 1 de marzo de 2008

Sábanas Blancas

mis letras
Era una noche ajena a los recuerdos, al insistente canto de los grillos, indiferente al trémulo rocío, que plasma el vaho en la ventana fría, y es confidente de tardes sombrías, que deshojan marchitas esperanzas de un devenir callado, mudo, incierto, bajo el lento desfile de la arena, en el reloj impávido del tiempo.

En esa noche sin lapso y memoria entre sábanas blancas perfumadas, yacen desnudos dos amantes cuerdos.
Anónimos viajeros, errantes del espacio, de la brisa traviesa cantarina; peregrinos de sueños transparentes y de eróticas danzas con canto y fantasía.

Frenéticos suspiran, entre sábanas blancas con encaje de antaño, que al mirarlas parece que han bordado, a través de los años, susurros y poesía, madrugadas de besos de caricias y temblor de pupilas, de oraciones calladas y sedientas en éxtasis dormidas....

Bajo la lluvia titilante fría, que golpea el cristal de la ventana hay una danza gloriosa y extraña que se percibe entre las blancas sábanas. Un palpitar de corazones locos, como hermosos caballos galopantes que van en busca del edén perdido, en la punta sublime de un diamante.

El grito que se ahoga en un gemido, y el arroyo fecundo, fiel, constante, sobre sábanas blancas perfumadas nuestros cuerpos anhelan abrazarse, anónimos viajeros, errantes del espacio mudo, incierto, bajo el lento desfile de la arena, en el reloj impávido del tiempo.